No pudo ser para Las Leonas: en la final del hockey femenino de Tokio 2020, sucumbieron ante la jerarquía Países de Bajos, que tuvo un segundo cuarto arrollador donde sacó distancias definitivas. Fue 3-1 y medalla de plata, la 3° de la historia de la selección, que también cosechó dos bronces, y que volvió al podio después de caer en cuartos de final de Río 2016, también ante Países Bajos.

El torneo fue, en ese sentido, una especie de revancha para el seleccionado, que llegaba a Tokio envuelto en dudas. Tras Río, Las Leonas parecían haber caído del top 3 mundial, mientras el mundo del hockey crecía en rivales peligrosos: ahora, a solo tres años para París, Las Leonas tienen un equipo joven que ya tiene una final olímpica en la espalda. Hay mucho futuro, algo que no se veía con tanta claridad en el pre y post Río.

La derrota en la final de Las Leonas, de las cuales fueron parte las hermanas Granatto, duele, por haber quedado otra vez en las puertas del oro, medalla esquiva para el hockey femenino. Pero es un premio a un equipo que pasó un año sin poder entrenar a causa de la pandemia: llegaron con poco entrenamiento y roce, tras un Río 2016 sin podio, pero crecieron partido a partido, se agrandaron en la fase final y redondearon un torneo excelente con un valiosísimo regreso al podio, a la elite del hockey mundial. Y ya habrá revancha, claro.