#vela / Branz-Travascio, la definición de dar todo: “No nos podemos reprochar nada”
Enorme regata final de Victoria Travascio y Sol Branz: la dupla del 49er FX salió con todo, ganó la Medal Race y quedó a apenas 2 puntos de bronce. Culminaron quintas en la general, y son diploma olímpico: así hay que irse. Dejando todo, como en estos 5 años contra viento y marea.
“Ya se nos acomodarán las ideas y enseguida se convertirá en felicidad”, le dijo Travascio a Horizonte, minutos después de completar la última regata, la que las dejó en las puertas de la medalla. “Creo que nos van a caer las fichas en unos días. Es raro, porque si nos hubiese ido mal en la ‘medal’, no hubiésemos estado cerca y estaríamos más contentas; como que es injusto al final”, afirmó la regatista platense, y explicó que “estuvimos cerca porque los últimos días dimos todo: anduvimos muy bien y dimos vuelta el campeonato. Me quedo con eso, con el haber estado cerca. Ya se nos acomodarán las ideas y enseguida se convertirá en felicidad”.
Efectivamente, la dupla tuvo un mal tercer día, pero desde entonces explotó su nivel: ganaron dos de las últimas seis regatas y, finalmente, la Medal Race. Y no fueron bronce por esas cosas de la vida. La clave fue ir a todo o nada, como en la Medal: “Queríamos ir a algo extremo, no queríamos encontrarnos en la mitad de la cancha peleando un puesto intermedio. Era un riesgo pero no teníamos nada que perder, a lo sumo quedar décimas. Preferimos ir por todo”, explicó Travascio.
La regatista local se mostró conforme porque “nuestro objetivo siempre fue llegar a la ‘medal’ con chances matemáticas de medalla, y eso puede ser estar cerquita o lejos. Nos tocó estar a quince puntos de la medalla de bronce y terminamos el campeonato a solamente dos”.
Y “la pelea estuvo”, dijo. “Y sí, obviamente pensamos que podíamos haber andado un poco mejor, pero prefiero quedarme con la sensación de que el nivel lo tuvimos, de que nuestra preparación fue casi perfecta, o perfecta, que no nos podemos reprochar nada. Que tuvimos algunos incidentes a mitad de campeonato, es cierto. Pero también una de mis formas de verlo y de no reprocharme nada es que tal vez ese mal día nos hizo salir con bronca para el día siguiente darlo vuelta y eso fue lo que nos dio mucha más fuerza”.
El diploma es un premio para un equipo que atravesó de todo en la previa de Tokio. Incluso, llegaron a Japón y quedaron recluidas, por considerarse contacto estrecho de un pasajero del vuelo con COVID. “Años atrás lo hubiésemos vivido como un gran obstáculo, un gran bloqueo. Lo vivimos como una experiencia más de un incidente que nos puede suceder en una regata, que podemos tener en el medio de un campeonato”, reveló Travascio sobre esa experiencia. “Aprovechamos el tiempo desde otro lado, yendo para adelante, estudiando, o simplemente visualizando, o entrenando en los dos metros cuadrados que teníamos. Así que para nada fue un limitante”.
Así trabajaron los Juegos las tripulantes de Molleja: con ese deseo de ir para adelante, de disfrutar aunque las cosas no se den como querían. “El ciclo olímpico anterior lo vivimos como muy a las corridas”, explicó Vicky. La consigna ahora, con la estructura armada y la experiencia a cuestas, era disfrutar un poco más. Así llegaron al diploma. “Me suena raro porque la gente siempre habla de medallas. Y me suena a poco porque estuvimos muy cerquita. En Río estuvimos lejos de eso y hubiésemos recontra soñado con un diploma. Para mí hoy ese diploma es como una medalla; hoy lo digo así”, afirmó Travascio. “Nos hubiese encantado aportarle una medalla al país. La competencia es así, se puede dar, como no. Esta vez no se nos dio”.