Hace unas semanas se desarrolló en La Rioja el Campeonato Nacional de Patinaje Artístico 2020, torneo que debido a la pandemia de Covid-19 debió ser pospuesto para este año.

Hacía allí viajó Ulises Loiseau Büchele, acompañado de su entrenadora Carolina Papoff y de su mamá Adriana, después de haber preparado durante meses su rutina de competencia en un contexto de entrenamientos atípico, producto de las medidas que nuestro país fue adoptando para hacer frente al coronavirus.

“Para el Nacional yo fui con la mentalidad de hacer mi coreografía de la mejor forma posible, pero los nervios estaban porque hacía un año que no competíamos y que no estuve completamente en pista”, expresa Ulises a la vez que aclara que “también estaba tranquilo por la categoría en la que estaba y por todo lo que habíamos trabajado tanto en lo técnico como en lo mental”.

Adaptarse al nuevo contexto fue algo en lo que tuvieron que ocuparse tanto él, como su profesora Carolina, quién confesó que “nunca me imaginé que nos iba a pasar algo así en donde tuvimos que buscar hasta el último rincón para poder entrenar. Uli vino a mi escuela de patín en el 2020 antes de la pandemia, empezamos a trabajar en febrero y en marzo se cerró todo”.

Justo antes que empiece la cuarentena el año pasado, Ulises compitió en el clasificatorio para el Nacional, pero por más de nueve meses, como le sucedió a la mayoría de los clubes de patín, no pudo entrenar de manera habitual, ni tampoco competir ya que se fueron cancelando uno a uno todos los torneos en nuestro país.

Sin embargo, su constancia tuvo premio ya que una vez reconfigurada la fecha, el Campeonato Nacional finalmente se llevó a cabo y este joven, de tan solo 13 años, pudo coronarse campeón de la Categoría 2da “B” Cadete en la ciudad de La Rioja.

“Siempre está la idea de querer ganar, pero nunca me imaginé que iba a ser tan especial”, expresa Ulises con respecto a su logro, a la vez que destaca como se sintió sobre la pista, “yo estoy muy orgulloso de lo que me salió y la verdad que agradezco lo que tuvimos que pasar, porque todas esas pequeñas cosas llevan a que yo haya rendido como lo hice y sinceramente me encantó como patiné”.

Sobre cómo surgió su pasión por el patinaje, Uli indica: “Yo me inicié a patinar a los 6 años y cuando empecé todo era un juego. Era ir, caerse, levantarse. Después comencé a entrenar y arranqué a competir porque me gustó la idea de aprender nuevas técnicas y sumar más herramientas que son las que me permiten crear diferentes coreografías”.

“Lo que más me gusta es justamente armar las coreos, porque es el momento en el que todos los engranajes funcionan a la vez. Unís los trompos, los saltos, las dificultades, todo en un tiempo. Al entrenar estás pensando en lo que tenés que mostrar más adelante en los torneos”, expresa Ulises.

Por su parte Carolina aporta que, “a su edad son muy pocos los que están al nivel que se encuentra él, pudiendo proyectar tantas cosas. Aunque el patinador tiene una carrera muy larga, hay tanto de coordinación, hay tanto de control corporal, que recién a partir de los 16 años te diría, se empiezan a visibilizar las mejores actuaciones”.

Asimismo, agrega que “en él destaco su disciplina, nunca pone excusas y todo lo que tiene que hacer lo hace. Tanto en el entrenamiento en pista, como en la parte de alimentación y de psicología, sumado a que tiene un muy buen acompañamiento de su familia, fundamental en los deportistas tan jóvenes”.

Pero además destaca su pasión: “es muy importante poder transmitir lo que siente arriba de los patines y a su edad es súper difícil porque hay situaciones de la vida, tristezas, alegrías, que todavía no las vivió y él te las puede representar igual. Eso es muy importante en el patinaje”.

“En nuestro país existen diferentes divisionales, comenzando por la C, en donde se centra la formación básica que se necesita para avanzar a la división nacional, la cual se divide en A y B. La B es donde compitió Uli en La Rioja y ahora, a partir de septiembre, empezamos a trabajar su ingreso a la categoría A, que es donde están todos los chicos con proyección a torneos internacionales”, detalla Carolina con respecto a las jerarquías que existen en el progreso de un patinador en la Argentina.

Justamente el resultado obtenido en el Torneo Nacional de La Rioja le permite a Ulises poder participar de su primer torneo internacional, el Campeonato Sudamericano que debiera realizarse este año en San Juan con fecha a confirmar.

Con respecto a sus metas y objetivos, el joven citibelino indica que “a largo plazo me encantaría representar a la Argentina en un Mundial y poder llegar hasta esos parámetros. Pero me gusta ir paso a paso. Vamos ahora al Sudamericano y después veremos cómo me va. Quiero dar lo mejor y saber cómo es competir a nivel internacional”.

Aspirar el día de mañana a llegar a la selección, sería alcanzar un nivel altísimo de calidad en este deporte, ya que nuestro país sobresale en el mundo del Patinaje Artístico. Una prueba de ello son los resultados obtenidos en el Campeonato Panamericano de Naciones, desarrollado a principios de este mes en Ecuador, donde la delegación nacional obtuvo 23 medallas quedando así entre los líderes del podio.

“Es un deporte de peso en la Argentina, pero no se le da el sitio que se merece. Solo con nombrarte que en la ciudad de La Plata hay 70 lugares para hacer patín, entre clubes y escuelas independientes”, indica Carolina, quién está a cargo de EPAC City Bell y que actualmente dicta sus clases en el complejo SiPlay de Villa Castells (494 esq. 9), donde se puede hacer este deporte en forma recreativa y competitiva, en diferentes niveles.

Justamente allí, es donde Ulises alimenta constantemente sus sueños, aprendiendo nuevas figuras, posiciones, saltos, trompos, y todos los movimientos que componen esta disciplina. Pero sobre todas las cosas, este ambiente lo motiva no solo a crecer en lo deportivo, sino también en lo personal, porque al fin y al cabo además de ser campeón nacional, no deja de ser un chico con toda una vida por delante.