#atletismo / La odisea de Agustín Carrera para seguir haciendo deporte
Como a todos, la pandemia planteó un dilema para Agustín Carrera en 2020: temprano, en los primeros días de cuarentena, entrenaba en su casa con vallas improvisadas a la espera de que pasara la ola. Pero la ola no pasó, al menos en La Plata, donde por la pandemia el Centro de Educación Física N°2, su lugar en el mundo, no abrió sus puertas. Sí: las puertas siguen cerradas en el centro de entrenamiento de 25 y 32. Entonces, “tuve que rebuscármelas para seguir entrenando”, dice Carrera, “porque si seguía en La Plata, dudo que hubiera continuado en el atletismo”.
Recordman argentino en 60 y 110 vallas, Carrera se indigna al pensar en el hecho de que el espacio, al aire libre, con enorme lugar para la práctica con distancia, continúa cerrado: “Es insólito”, dice, y señala que además de no poder entrenar él, son muchos los perjudicados, colegios públicos, clubes. “Al final pagan los platos rotos los chicos que iban al CEF para participar de distintas actividades, no solo atletismo, tela, ciclismo, voley”, opina. Y lanza que desde el CEF “ni presentaron un protocolo” para poder abrir, mientras alrededor “todos han vuelto a la actividad, con protocolos, rugby, hockey… pero la gente que iba al CEF ha quedado olvidada”.
Al ver que el panorama no se modificaba, Carrera, de 32 años, podría haber sucumbido y determinado su retiro de hecho. En lugar de eso, armó el bolso y partió. “Me la jugué: invertí en mí”, dice, porque “en situaciones difíciles, no doy el brazo a torcer: me quiero retirar de la mejor forma posible, no me gustaría que quede registrado que me retiré en pandemia. Pero además me quedan ganas, ánimos, fuerzas para seguir. Como a todos, se me complicó en pandemia, anímicamente. Pero supe salir adelante”.
“Tuve que rebuscármelas para seguir entrenando, porque si seguía en La Plata, dudo que hubiera continuado en el atletismo”
La primera parada fue la pista de Salta. “Me había metido en una parsimonia con la cuarentena, e ir a Salta me ayudó: poquito a poquito fui sumando entrenamientos, y de tanta inactividad aparecieron algunas molestias. Así que el regreso a la pista fue pausado, y de hecho por eso no llegamos al Nacional de 2020: anímicamente estaba bien, podría haber ganado, los chicos corrieron arriba de 15, yo creo que podría haber corrido en 14.5… pero tomé la decisión también porque implicaba volver a La Plata, es decir, perdía tiempo de entrenamiento en Salta, donde había pista, gimnasio, todo abierto, habilitado. Así que decidí quedarme ahí”, comenta.
En Salta, mientras reconstruía la forma física, aprovechó el tiempo para trabajar aspectos técnicos. “Aproveché muy bien el tiempo”, dice, pero estaba parando en lo de un amigo, como suelen ser estas cosas en el deporte amateur, y “no quería seguir molestando”: entonces decidió un cambio de sede, y viajó hacia Córdoba, donde lo recibieron en distintas casas de familiares. Pasó los siguientes meses rotando.
Pero a mediados de febrero, no queriendo seguir importunando familiares, volvió a La Plata: con el CEF todavía cerrado, hizo los papeles para entrar a la pista de Villa Domínico: algunos trámites, protocolos y nada más, a la pista. Un mundo de diferencia con el CEF.
“Es que el atletismo es un deporte que en pandemia es ideal: se evita el contacto, es al aire libre… Incluso, yo uso mis propios materiales, no necesito a nadie para entrarlos y sacarlos… pero bueno, es así”, comenta.
Villa Domínico fue la última escala para Carrera, previo al primer gran torneo de este 2021 también lleno de fronteras desconfiadas y signos de pregunta: este fin de semana participará en una serie de Grand Prix Sudamericano que se llevarán a cabo en Concepción del Uruguay, luego vendrá el Nacional, el 9 de abril, en la misma localidad, más tarde podría llegar un Grand Prix en Cochabamba (“estoy haciendo las averiguaciones a ver si puedo ir, y esperando a ver qué pasa con la pandemia”), todo, con miras al Sudamericano, que se desarrollará en Buenos Aires el 14 de mayo.
En estos primeros torneos grandes, Carrera apunta a “correr cerca de los 14, o por debajo: eso implicaría realizar la marca mínima para el Sudamericano. Pero más que nada quiero sumar competencia: este año hice dos carreras de 110 después de 17 meses, y se nota, es una carrera de mucho ritmo, y al principio entre la falta de espacio y de materiales no podíamos trabajar sobre diez vallas”.
Es que “cuando llegué a Salta, con la progresión de trabajo que tuve que hacer para evitar lesiones, empecé tarde con trabajos de ritmo largo… Todo fue incidiendo en el inicio de la temporada ahora. En 60 vallas, como es hasta la sexta valla, y es un ritmo que nunca parás de acelerar, está bien, pero en 110 cambia”, explica Carrera. Esperando el pistoletazo, el vallista avisa que en sus planes está un nuevo asalto esta temporada al record argentino, el suyo, plantado en 13.74. Y también, dice, quiere subirse al podio en el Sudamericano.
Más info: https://www.cada-atletismo.org/ Confederación Argentina de Atletismo