#WorldBeachGames / Como en La Rambla de Mar del Plata pero en Qatar
Con 35 grados a la sombra, deportes de arena, acuáticos y urbanos tienen en Doha (Qatar) sus primeros Juegos Mundiales de Playa. Son organizados por la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ANOC), una estructura “paraguas” que nuclea a los comités olímpicos de cada país que conforman el Comité Olímpico Internacional (COI). Toda una combinación de palabras para definir a los ANOC World Beach Games, si se quiere, una suerte de sobrino menor de los Juegos Olímpicos.
Argentina acudió a la capital catarí con una nutrida delegación de 25 deportistas: 20 mujeres y 5 varones. El Comité Olímpico Argentino dice presente en natación de aguas abiertas (Julia Arino), básquetbol 3×3 masculino, escalada deportiva (Valentina Aguado), esquí náutico (Vitoria de Armas y Ulf Ditsch), handball de playa femenino, lucha de playa (Claudia Cabrera) y skateboarding (Evelyn Enríquez y Paula Videla). Sin representación albiceleste, los Juegos también tienen acuatlón, fútbol, tenis, vóleibol 4×4, karate y kite. De acuerdo con el COA, el evento cuenta con 1.240 atletas de 97 países que compiten por 350 medallas.
A modo de antecedente, Rosario fue sede este año de la cuarta edición de los Juegos Suramericanos de Playa, en marzo. Con el balneario La Florida como escenario principal, y con una dimensión muy menor, la cita rosarina no contó con los denominados deportes urbanos. El básquetbol 3×3, la escalada deportiva y el skate fueron un éxito en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. Y las tres disciplinas dirán presente en los Juegos Olímpicos mayores de Tokio, el año que viene.
Diego Gusmán es el jefe de la misión argentina en estos Juegos de Qatar. Y el jueves a la noche, horas antes del inicio de la acción, le explicó Horizonte desde Doha: “La organización está empezando a funcionar, se están ajustando fechas, horarios… Todo queda supeditado a la temperatura: 35 grados de promedio durante todo el día. Por eso estamos viendo cómo nos vamos a hidratar, cómo nos vamos a mover”.
Este sábado será la ceremonia inaugural. A diferencia de los Juegos Olímpicos, en Doha no habrá abanderados, sino un deportista en representación de su delegación. Según contó Gusmán, en el caso de Argentina ingresará Juan de la Fuente, jugador del básquet 3×3, campeón olímpico el año pasado en Buenos Aires.
Desde La Bristol
Agua, arena y cemento. Cómo no imaginarse en la Rambla de Mar del Plata, a la altura de la denominada “Playa Popular”, donde Evelyn Enríquez practica skateboarding. Horas antes viajar, la skaters de 25 años aún no había caído, según le contó a Horizonte. “No estoy cayendo. Es la primera vez que vamos a viajar en una delegación, con selecciones de otros deportes. Soy profesional desde el año pasado y es todo nuevo para mí”.
Su experiencia sobre la tabla comenzó a modo de juego con un grupo de amigos. En 2009 tomó parte de una competencia y le gustó. Y así, durante casi diez años compitió de manera amateur. El año pasado viajó a Europa y estando allá, de paso, se anotó en alguna competencia. “Ahí me llamaron de la selección, me ‘reclutaron'”, dice entre risas. Ahora el skate “es un trabajo”. Los Juegos de Doha son para ella “una prueba, sin muchas expectativas en las posiciones”. “Voy a superarme, a intentar tener una bajada limpia, una buena salida; a hacer algo concreto”, le explica a Horizonte.
Sin bien no van las mejores skaters del mundo, sí van las potencias. Y a eso se suma que Evelyn compite en desigualdad de condiciones, pues la pista de Mar del Plata “no es ni la mitad” de un pista de nivel internacional. “En Argentina no hay pistas de ese nivel. Hay una buena pista en San Luis, pero es de BMX. Hay otra en Ensenada, pero tampoco”.
La representante marplatense compite en “park”, la modalidad de skate que hay en estos Juegos. Según ella, la disciplina “está en crecimiento desde hace mucho tiempo, pero ahora más formalmente. Hay más escuelitas, se está institucionalizando”. Y que en 2020 sea olímpico “es como un sueño, me dio la oportunidad de verlo de otra manera, me gusta”.
La lucha en la arena
La lucha no solo fue una de las diez disciplinas de los Juegos Olímpicos de Atenas 1896, sino que en sus diferentes variantes estuvo presente desde la antigüedad. ¿Cómo no iba a estar en Doha?
Claudia Cabrera es profesora de Educación Física y hace 16-17 años que practica lucha. “A pesar de que uno crea que salí de la nada y que viví en Brasil siempre”, le advierte a Horizonte. Tiene 39 años, es de Eldorado (Misiones) y está radicada en Río de Janeiro. Clasificada para los Juegos Sudamericanos 2006, luego pasó un par de años en el Cenard hasta que se sintió “un poco estancada”. Se fue a Brasil, probó y en 2009 decidió quedarse.
Por entonces solo abocada a la “lucha de colchón”, un desafío Argentina-Brasil en 2008 la llevó a experimentar con la arena, hace ya once años. A Doha viaja con la expectativa de dar su “mejor versión”. “Y poder dar una alegría al país, que se la merece, como me la merezco yo también”, agrega y argumenta: “Son 16 años de trabajo arduo. Un atleta trabaja con el cuerpo, agota todas sus posibilidades, tanto físicas como mentales. Ese es su trabajo, está apasionado y le encanta, pero es durísimo”. En Doha forma parte de una delegación: “Es una honra, un honor, y he trabajado mucho, muy duro, para poder hacerlo de la mejor manera. Independientemente de los resultados, siempre quiero que la bandera argentina esté bien alta. Al representar a un país, a una delegación, uno termina siendo una suerte de embajador, y tiene que estar a la altura”.
A modo de cierre, y a propósito de la poco conocida lucha de playa, Claudia cuenta: “La veo con un potencial terrible”. “Playa, vacaciones, buena música, un poco más de relax… cosas que al turista le gustan. Es difícil, a menos que conozcas y te intereses, o sepas de alguien que hace, ir a un estadio a ver lucha olímpica. Pero con seguridad podrías ir a un evento de lucha de playa”, analiza.
Las campeonas olímpicas
El beach handball femenino comenzó su participación un día antes de la inauguración oficial de los Juegos. “Las Kamikazes”, campeonas olímpicas en 2018, fueron una de las revelaciones en los Juegos de la Juventud, el año pasado en Buenos Aires. A un año de la consagración, varias de ellas están en Doha. “El domingo a la noche celebramos el aniversario”, le cuenta a DIB Leticia Brunati, entrenadora del equipo campeón olímpico y asistente en estos juegos de playa.
“Tener un sueño, trabajar para cumplirlo, y finalmente cumplirlo, es lo máximo que le puede pasar a un deportista. Y no solo por la medalla, sino porque logramos que el beach handball sea mucho más conocido, e incluso que dentro del handball los más chicos se identifiquen tanto con las chicas como con los varones, que también ganaron una medalla”, cuenta desde la capital catarí Brunati, quien desde hace ocho años es parte de diferentes delegaciones, tanto como entrenadora o como asistente.
A propósito, sobre el presente del balonmano playero argentino y la cita de Doha, “estos eventos son muy importantes para la disciplina”. “Estamos creciendo sostenidamente a nivel mundial y para poder mantener ese crecimiento la labor de todos es tener equipos que cada vez muestren mayor nivel de juego. Siempre hay que aprovechar al máximo y nutrirse de cada torneo. Y disfrutarlo”.