Breve guía de la natación olímpica
En la madrugada nuestra comenzó la natación. En la noche japonesa se corrieron las primeras preliminares de Tokio 2020 porque, sí, está al revés: habitualmente las preliminares van a la mañana y las finales a la noche, pero el Comité Olímpico volvió a tomar la decisión, como en Beijing, de invertir el orden para que así se vean las finales en el prime time televisivo estadounidense, que es, como hemos mencionado numerosas veces ya, el que paga la mayor porción de los derechos de televisación que son el 75% del dinero que embolsa del COI en cada Juego Olímpico. La decisión implica tener que nadar rápido a la mañana, horario que sufrirán los remolones, y distorsiona algunas “rutinas” habituales: hubo quejas, en ese sentido, al conocerse la decisión, pero en definitiva es un tema que afecta a todos por igual.
Es decir: el horario nos queda joya, a la nochecita nuestra, desde las 22.30, todos los días durante la próxima semana. Y menos mal que nos queda bien porque, como ocurre en el atletismo, a pesar de la ausencia de la máxima figura, Michael Phelps, el talento y el nivel es bestial. Vamos con un pequeño repaso de nadadores, historias, tiempos y grandes batallas.
El heredero: Dressel busca siete
Sin Phelps, el nadador más dominante del mundo es Caleb Dressel, la máquina estadounidense que tras dos oros en los relevos en Río, metió 7 oros en el Mundial 2017, y 6 oros y 2 platas en 2019: el único nadador en ganar ocho medallas en un evento internacional de los grandes.
En Tokio, buscará siete medallas, a una del record de Phelps de 8 oros en Beijing, aunque es difícil que sean todas doradas, a pesar de que en sus tres eventos individuales, incluso, está a tiro de record mundial. Nadará: 50 libres, donde parte como favorito e incluso amenaza el record de “mallas mágicas” de Cesar Cielo (el 21.04 de Dressel roza el 20.91 del brasileño), pero habrá competencia: en una carrera que dura una exhalación y depende de que todos los detalles sean ejecutados perfecto, los 8 tiempos top son sub 21.5; 100 libres, donde también parte como favorito pero con varios amenazando: Chalmers, campeón reinante, el joven Popovici, Kolesnikov (más abajo exploramos esta carrera); y 100 mariposa, donde no parece tener rival a la vista (¿Minakov, quizás?); además de, probablemente, cuatro relevos, el 4×100 libres, el 4×100 estilos, el 4×100 mixto y, quizás, el 4×200.
Los 100m libres, ¿la mejor carrera de la historia?
El título de la mejor carrera de la historia tiene algunos contendientes, y en Tokio suma otro: los 100 libres de varones son uno de los eventos más anticipados de los Juegos, con el campeón mundial (Dressel) y el campeón olímpico (Kyle Chalmers) batallando por un oro que también buscarán algunos jóvenes en ascenso.
Una reedición del duelo de 2019, cuando Dressel nadó la distancia en 46.96, a .05 del record mundial para convertirse en el nadador más rápido en la distancia en mallas textiles y vencer al australiano… que marcó el segundo tiempo más rápido en textiles de la historia. Dressel había sufrido un feroz accidente en motocicleta en 2018, pero peor la tenía Chalmers, que venía de dos cirugías de corazón por una taquicardia supraventricular. Semanas después, Chalmers volvió a operarse, y camino a Tokio también se lesionó el hombro: al parecer no importó tanto, porque en los Trials de este año metió 47.59 (solo 0.01 más lento que en Río) y lanzó el desafío a los que quieran ir por su oro olímpico. Solo tres nadadores, Kahanamoku, Popov y van den Hoogenband, repitieron el título en los 100 libres.
Pero ni Dressel ni Chalmers llegan con las mejores marcas del año, honor que se adjudicó hace semanas nomás un pibe de 16 años: en los Europeos Junior, el rumano David Popovici nadó la distancia en 47.30, la quinta marca textil. Nace una estrella. El segundo mejor tiempo de la temporada lo tiene el peligroso Kliment Kolesnikov, aspirante a varias medallas y conocido aquí por ser una superestrella en Buenos Aires 2018: paró los relojes este año en 47.31 y 47.37, ambos por encima de lo mejor de Dressel y Chalmers este año, y mostrando además que lo suyo no es ningún accidente. Cuatro de los 10 mejores tiempos de 2021 son suyos. En la pelea estará también otro pibito, el italiano Andrea Miressi, de 22 años y dueño de un 47.45 este año que también lo pone por encima del australiano y el norteamericano. Todo muy picante.
McKeown y McKeon
La australiana Emma McKeon es otra de la que busca hacer historia en Tokio: favorita en los 50 y 100 libres, contendiente en los 100 mariposa (otro carrerón: McKeon tiene la tercera mejor marca del año, detrás de la china Zhang y la estaounidense Huske, y en los bloques de partida estará también la dueña del record mundial, Sarah Sjostrom, de quien hablaremos más adelante; ¿caerá el WR?) será parte clave del equipo de relevos australiano que llega dispuesta a disputarle títulos históricos a Estados Unidos: favoritas en el 4×100 libres y potencia en el 4×100 estilos, ambas carreras tendrán a McKeon, al igual que los estilos mixtos y el 4×200, donde nadará junto a la favorita en la prueba, Ariarne Titmus. Una medalla en cada prueba le daría siete, empatada con la mayor cantidad de medallas ganadas por una mujer en un Juego Olímpico.
McKeon transita sus segundos Juegos con 27 años que sentirá a medida que sume millas; algo que no le ocurrirá a Kaylee McKeown, también australiana, que con solo 20 años ha disfrutado de un ascenso meteórico tras marcar el record mundial en los 100 espalda y los mejores tiempos del año en 200 medley y 200 espalda (donde tiene el tercer mejor tiempo de la historia): la joven decidió bajarse del medley (liberando la prueba para Katinka Hosszu, de ciclo olímpico inestable) y concentrarse en la espalda, que brindará lindas batallas contra la ex recordista mundial Regan Smith y la canadiense Kylie Masse, que marcó el cuarto mejor tiempo de la historia hace un mes. Son las únicas tres que han bajado de 58 segundos en los 100.
La marciana Ledecky encuentra rivales en la tierra
Katie Ledecky dominó en Río 2016 el estilo libre, con oros en 200, 400 y 800: cuando se supo que en Tokio se correría el 1500, la prueba donde más distancia le lleva a sus rivales, parecía prepararse para algo histórico, una colección de medallas sumada a los relevos (y con la adición del mixto), la podía poner camino a siete oros.
Desde entonces, el panorama ha cambiado: Ledecky, marciana desde su irrupción en 2012, cuando con solo 15 años ganó el oro en 800 con casi una vuelta de ventaja, ha encontrado rivales dignos en la tierra. La estadounidense pasó casi 10 años sin rivales, como mostraron los plenos de todas las distancias libres en 2015 y 2016, y cambió el horizonte de lo posible: las jóvenes que crecieron viéndola, hoy la desafían. Y, probablemente, le hagan perder su corona.
En este sentido, primero hay que hablar de Ariarne Titmus, que en los Trials australianos marcó el segundo mejor tiempo de la historia en 200, solo detrás del record de la eterna Federica Pellegrini, con mallas de la NASA; y también el segundo mejor tiempo en 400, a medio segundo del record mundial de Ledecky. Ledecky tiene el cuarto mejor tiempo histórico en 200, pero marcado en 2016: en los trials estadounidenses paró el reloj en 1:55.11, a un segundo y medio de Titmus. En 400, Ledecky no baja por debajo de 3:59 desde 2019. Desde ya, con una grilla repleta de carreras, en los trials quizás Ledecky haya intentado regular. Pero Titmus, apodadada “Terminator”, llega como una fuerza de la naturaleza que no escucha excusas: solo si Ledecky guardó lo mejor de su carrera para Tokio, podrá vencer a la australiana, en una batalla que reeditará lo ocurrido en el Mundial de Corea del Sur, en 2019, cuando Titmus derrotó a Ledecky en la última vuelta. Luego, se supo que Ledecky andaba con un resfrío que la bajó de los 200 y los 1500.
Hay consuelo para la mujer que reescribió el libro de records del estilo libre: su dominio en 800 y 1500 es abrumadora. En 800 tiene los mejores 24 tiempos de la historia (la primera nadadora en actividad en el ranking histórico aparece en el puesto 32) y en 1500, los 11 primeros. La primera nadadora en actividad en los milqui en aparecer en el ranking es Simona Quadarella, la joven italiana que aparece en el puesto 17 con un 15:40 que marcó en el Mundial en el que la estadounidense se bajó, para conseguir el oro. Esa marca forzará a Ledecky a nadar por encima de su marca en los trials estadounidenses para conseguir el oro. Al revés que en 200 y 400, a Ledecky le alcanzará con nadar un tiempo promedio para ella, mientras que el resto deberá hacer un poco más que lo que han hecho en sus mejores días. Pero atención: el mismo día del 1500 nadará el 200, por lo que no llegará fresca a su prueba predilecta. Manejar la fatiga será clave: entre individual y relevos, podría entrar entre 11 y 13 veces a la pileta en 6 días.
Pero, ¿y Pignatiello?
Hablamos de 800 y 1500 pero no hablamos de Delfina Pignatiello, la marciana argentina. Los 15:51.68 que marcó en el Mare Nostrum de 2019 la ubican como el sexto tiempo en la etapa clasificatoria, en la prueba en que más expectativas tiene: los 1500. En 800, su mejor marca (también de 2019) la encuentra en el puesto 27: hubo 26 nadadoras más rápidas que ella en estos cuatro años.
Allí una de las claves para manejar las expectativas respecto a Pignatiello: su marca de 800 fue top 10 mundial, pero se ha estancado, mientras que la evolución de su marca en 1500 entre 2017 y 2021 ha sido lenta y esporádica. En el camino han aparecido rivales nuevas, sí, pero contra lo que luchará Pignatiello es contra su propia inconstancia: su mejor marca en 2017 fue 15:59, en 2018 (sin competencias grandes) bajó a 16:25, en 2019 marcó 15:51, pero en 2020 su mejor tiempo fue de 16:20.
Para colmo, hay un muestreo pequeño para saber cuál es realmente el tiempo promedio de Pignatiello en la prueba: ha competido poco, y a menudo en escenarios que no la desafían. ¿Estará guardando lo mejor para Tokio? ¿Y podrá dar lo mejor en un escenario de alta presión como su primer Juego Olímpico? La respuesta la tiene solo ella. Si se acerca a su mejor marca, habrá final olímpica para Argentina en los 1500; si repite lo que hasta aquí han sido sus tiempos más recurrentes (por arriba de 16 minutos) deberá esperar a París 2024.
Peaty por la historia
Adam Peaty es el sueño absoluto en los 100 pecho, al punto de que nadie ha bajado a los 56 segundos salvo él, pero tampoco nadie ha bajado a los 57 segundos. Bueno, hasta hace unas semanas, el nederlandés Arno Kamminga paró el reloj en 57.90. ¿Un desafío para Peaty? En realidad, el británico quiere bajar a los 55 segundos, por lo que Kammaninga no debería ser una preocupación.
Los 100 pecho son una de las disciplinas con alerta de posible marca mundial: a pesar del parate por COVID, intentarán tomar por asalto los relojes en 100 espalda masculino (Jiayu, Kolesnikov, Rylov, Murphy), 200 pecho masculino (Chupkov, Sato, Kammaninga), 200 libres femenino (la mencionada Titmus), 100 espalda femenino (la mencionada McKeown), 100 mariposa femenino (el mencionado carrerón), 200 mariposa masculino (Milak, actuar recordista mundial) y la velocidad en el estilo libre, con Dressel y compañía.
Sobreviviendo
Habrá lugar también para la emoción: hoy compitió en las preliminares del 4×100 libres Rikako Ikee, la japonesa que tras competir en siete pruebas en Río sobrevivió a la leucemia y volvió, justo a tiempo para los postergados Juegos.
Otra historia de superación es la de Sarah Sjostrom, ganadora de los 100 mariposa en Río, con record mundial, y una de las mejores velocistas de la historia, que se rompió el codo en febrero y tuvo que atravesar una operación para regresar, en tiempo record, en mayo a la pileta.
Sjostrom se mostró en forma al regresar, pero no es favorita en una de las protagonistas de la mencionada batalla de los 100 mariposa, que tendrá cuatro nadadoras con marcas por debajo de los 56 segundos en los últimos dos años.
El duelo: 4×100
Para el cierre, algunas historias de relevos. Estados Unidos nunca perdió en el 4×100 estilos masculino, pero las cifras apuntan a un triunfo de la Gran Bretaña de Peaty, James Guy y Duncan Scott. Lo mismo entre las mujeres, donde EE UU defiende el título pero tendrá que vencer a la amenaza australiana de McKeon, McKeown y Cate Campbell; las australianas seguramente se llevarán el 4×100 libres, y son favoritas para el 4×200, con Titmus al frente, donde incluso persiguen record mundial.
¿Y el 4×100 libres de varones? Uno de los eventos más cargados de historia mostrará un duelo impresionante entre Rusia, Estados Unidos, Australia y Gran Bretaña, con EE UU en riesgo importante de ceder su corona.