#Canotaje / Sabrina Ameghino: “Lo único que pensé desde la partida fue todo el tiempo que estoy lejos de Vera”
“No sé lo que me pasa, no entiendo, no paro de llorar. Estoy feliz pero no se nota, estoy contenta. No puedo pedir más, es lo que esperé, es para lo que trabajamos”. Esas son las primeras palabras de la campeona panamericana Sabrina Ameghino ante una no pregunta. Es que… ¿por dónde empezar?
¿Por la cantidad de medallas?: “Ya son nueve, creo, la primera de este color. E imagino que probablemente será la última, feliz”.
¿Por la primera medalla de oro? “A veces el color de la medalla no importa, porque esta alegría también la tuve el otro día con el K4 [medalla de bronce]. Nosotras trabajamos muchísimo y a veces no se logra el oro, pero ese bronce valió lo mismo. Igual que la plata de las chicas, e igual que el sexto puesto de Pauli [Contini], que fue enorme”.
¿Por que con nueve medallas alcanzó a Walter Pérez como máximos medallistas panamericanos? “No sabía eso, no sé nada de estadísticas; soy muy mala en historia del deporte porque hay cosas que leo y las olvido fácil. Qué lindo, qué honor, porque Walter es enorme”.
Y empieza a contar: “Lo nuestro no es salud.
Nosotros ponemos el cuerpo al límite todos los días. La idea es que el cuerpo se supere día a día para buscar esa milésima de mejora que uno necesita.
Los fierros entre cuatro y cinco veces a la semana lastiman; desarrollás fuerza, pero lastimás. Yo tengo muy sentida mi zona lumbar, está muy tocada. Tengo una hernia de disco que por suerte, por ahora, no dice ni ‘ah’, pero está. Ya me ha tirado como tres veces el nervio ciático, me ha dejado dura en la cama”.
Y menciona al traumatólogo, kinesiólogo y preparador físico. “La verdad, unos genios. Los tres juntos, en el mismo ambiente, corrigiendo posturas. Parecía una enferma cardíaca en noviembre”. “Hay mucha gente”, y sigue la lista: nutricionista, médico clínico… “Mis viejos, mi familia…
Si uno supiera la cantidad de gente que estuvo arriba de ese K1, se preguntará cómo no se hundió”.
Sabrina Ameghino es campeona panamericana, tres años después de haber alcanzado otro hito: los Juegos Olímpicos de Río: “Uno siempre piensa que es el final, y no. Siempre hay un poquito más. La idea era no dejar en banda a las chicas y surgió la idea de preparar especialmente el K1 200, porque uno conoce los contrincantes, conoce las posibilidades, y esto era una posibilidad. Después hay que largar y correr, no podés decir: ‘Lo vas a ganar’. Y gracias a Dios los pronósticos fueron muy positivos”.
“La Abuela” ganó con autoridad la carrera. Y da una explicación: “Lo único que pensé desde la partida fue todo el tiempo que estoy lejos de Vera [su hija]. Honestamente parece egoísta, pero nosotras con Vera somos muy pegotas, muy compañeras. Mucha gente dice que no somos amigas pero nosotras sí somos amigas, nos contamos todo y estar lejos nos hace mal; la verdad que lloramos más de lo que nos reímos. E incluso a veces tratamos de no hacer videollamada para no mariconear. Es muy duro estar lejos de ella y creo que en lo único que pensé, sobre todo en las exactas últimas trece paladas, fue en mi hija”.
Vera, por ahora de 14 años, escribió a la mañana.
“Me mandó un mesajito. Me dijo que no tenía techo, que el límite lo ponía yo. Una divina, parece un adulto, no sabés lo que es: es un adulto metido en un cuerpito de pequeña princesita; es un amor”, dice la mamá.
Sin límites, Sabrina ya empieza a escribir una nueva historia: “Esto terminó hace unos minutos y ya estamos pensando en el mundial clasificatorio para Tokio 2020. Va a ser algo muy áspero, y muy difícil de lograr. Pero el sueño está intacto, y si no se da en Hungría, será en el Preolímpico en Chile. Y ya creo que es hora de ir viendo, si eso no sale, la posibilidad del retiro o de aguantar un poquito más para no dejar al equipo en banda, porque la idea es no dejar al K4 en banda”.
“Todavía falta trabajo para que las de abajo lleguen: siempre lo digo y pasan los años y ocurre lo mismo. Pero creo se puede hacer un trabajo serio y creo que este oro va a ayudar al apoyo a las mujeres. Solamente espero que a partir de ahora podamos tener todo lo que hace falta para poder llegar como corresponde a las diferentes citas”, concluye Sabrina en la lejana Albufera del Fin del Mundo, donde escribió un nuevo capítulo de su carrera, y van…