#Yachting / Victoria Travascio: “Fue como para desoxidarnos”
Victoria Travascio, ya clasificada a los Jugos Olímpicos de Tokio, termina esta semana sus días aislamiento posregreso de Europa, donde con Sol Branz compartieron 77 días de entrenamiento. Las representantes de la categoría 49er FX del yachting viajaron junto a su entrenador Gonzalo “Bocha” Pollitzer “en busca de horas de agua”, experiencia que resultó “muy buena”. En diálogo con Horizonte, “Vicky” repasa ese viaje y cómo viene el cambiante calendario.
“Veníamos de perder muchos días con la cuarentena. Y si bien a finales de junio pudimos empezar a navegar, no es lo mismo estar solas, sin otro barco. Así que fue como para desoxidarnos”, cuenta la platense. “Lo que buscamos fue meter muchas horas de agua, en un lugar donde tuviésemos buenas condiciones para navegar, y con algún barco”.
En el contexto de pandemia, Travascio y Branz tienen una desventaja respecto de varias de sus competidoras. “Lo que hicieron las europeas fue quedarse en sus casas y entrenar todo lo posible. Y lo que tienen a favor en muchos países es que tienen competencia interna: quedándose en sus casas, con las de su país, ya tenían un buen entrenamiento. Tal vez no sea el mejor de los niveles, pero el simple hecho de tener barcos al lado ya te genera un entrenamiento diferente. Eso nosotras no lo podíamos hacer, estamos solas acá”.
El primer destino europeo fue el Lago Di Garda, con las estadounidenses Stephanie Roble y Maggie Shea como compañeras. “Si bien somos contrincantes, nos unimos para entrenar, compartir información y mejorar los dos equipos”, explica Travascio. La elección del Lago Di Garda fue ir a lo seguro. “Hay viento todos los días”, pero… “No hay muchas olas y las condiciones son siempre muy parecidas, lo cual nos daba la posibilidad de navegar muchas horas, hacer un turno a la mañana y otro a la tarde con viento asegurado, aunque sin la variabilidad que tiene nuestro deporte”.
En Tokio 2020 las competencias de vela se desarrollarán en el Puerto de Veleros de Enoshima, donde en julio del año que viene las condiciones serán distintas a las del Lago Di Garda. “En Enoshima hay muchas olas y los Juegos se van a hacer en una época donde pueden pasar tifones, o te cambia de la calma al viento huracanado. Pero Di Garda nos sirvió mucho para recuperar horas de agua. En eso estuvo muy bien, aunque llegó un punto en el que necesitábamos ir a buscar más barcos, situaciones de competencia…”.
Estando en Italia surgió la chance de competir en Kiel, Alemania. “Estuvieron casi todos los barcos de Europa y varios de otros continentes que pudieron llegar, como nosotras y las estadounidenses. Fue un campeonato en el que las condiciones fueron buenísimas, hubo olas y vientos fuertes, lo cual para nosotras, con la mirada puesta en Japón, resultó excelente”. Y fue también una medida física: “Me sentí mejor e incluso tuvimos un pequeño salto de peso; ese suele ser un tema para nosotras, que somos livianas. Esos kilos que ganamos se notaron a la hora de competir con viento, y la verdad que estuvimos muy bien”.
Pero en tiempos de pandemia manejarse por el mundo es una odisea. En ese contexto, “todo era muy sobre la marcha”. Por esos días, y por esos mismos motivos, se les frustró la posibilidad de competir en Dinamarca. “Y hasta último momento tampoco tuvimos confirmado el torneo en Alemania. Y lo que fue el torneo: un laberinto para que la gente no se cruce, montón de acreditaciones diferentes, pulsera anti-Covid, registro de fiebre a cada paso… Lo hicieron muy bien”.
Octavas con “Milanga” en Alemania, de allí Travascio y Branz se trasladaron a Portugal, donde continuaron los entrenamientos, hasta que dio el presupuesto. De regreso en el país, Travascio volverá esta semana al Cenard y la próxima semana regresará al agua. “Nos entregaron las velas que vamos a usar en Japón y queremos hacer unas pruebas, mediciones. Así que, sin otro barco al lado, igual tenemos para entretenernos, podemos hacer un montón de cosas”. Y en ese montón de cosas entran también los reencuentros con preparador físico, nutricionista, kinesiólogo y organizar los pasos a seguir.
“Nuestra idea es irnos de nuevo el 20 de noviembre, pero imposible saber qué va a estar pasando de acá a un mes, es todo semana a semana”. Y cuenta cómo se están manejando con los demás equipos: “Ante la incertidumbre estamos muy en contacto con todos los equipos y tratamos de movernos juntos, más que nada porque todos necesitamos entrenamiento en flota, simular competencias; uno puede entrenar, pero ahí es donde uno se pone a prueba”.